59-b Honestidad tributaria recíproca

Mientras la endémica insolvencia de las finanzas públicas no se resuelve, los sucesivos gobiernos recurren a más y más deuda pública y a intentar incrementar los supuestos de nuevos impuestos, así como a todo tipo de medidas para 'luchar contra el fraude fiscal', adoctrinando al ciudadano con la ética tributaria*. Nadie puede negar que el pago de las pensiones, educación, sanidad, etc. debe necesariamente financiarse a través de un sistema tributario justo, es decir a cargo de los que más rentas obtienen. Tales argumentos, en cambio se debilitan  cuando los contribuyentes observan como una parte sustancial de sus impuestos se dilapida y derrocha a través de superfluas 'inversiones', fastos, pompas, nepotismos, amiguismos, lujosos viajes, fiestas, obras faraónicas o prescindibles, dietas, inexplicables jubilaciones, todo tipo de lujos e infinitas corruptelas ocultas por la ausencia de una transparencia pública real y efectiva, y también por la ausencia de criterios de prioridad (15 -) en en el destino de todo fondo público**. El enorme número de csos de corrupción traídos a la luz por la prensa (2010-2016) hace intuir al ciudadano que se halla ante la cúspide de un iceberg y cuya realidad es muchísima más grave de lo que las noticias le obligan a digerir a diario. Ante tales circunstancias no es de extrañar (aunque reprobable) que el parado carezca de escrúpulos para realizar trabajos sin declararlos a Hacienda;  que el empresario 'olvide' un IVA para mejorar los resultados de su empresa***, etc.  Ante los múltiples ejemplos de corrupción, las siempre limitadas ganas de pagar impuestos hayan encontrado justificaciones no del todo falsas. Hay personas que se sienten  engañados por sus representantes políticos y por tanto 'moralmente autorizados' a reaccionar con la única - aunque interesada - arma de que disponen. Defensa que consiste en aliviar sus cargas tributarias ocultando o manipulando la realidad de sus rentas****. Ello en perjuicio de la solidaridad con los asalariados, incapaces de ocultar una parte de sus ingresos. En tanto los integrantes de la Administración pública no ejemplarizan la gestión de los recursos tributarios de manera transparenteracional y por tanto controlable, la ética en que se funda la 'lucha contra el fraude fiscal' pierde autoridad ética.***** En justa reciprocidad con las obligaciones impuestas al ciudadano,  la lucha contra el fraude fiscal debe extenderse con idéntico rigor, medios, eficacia y consecuencias a los administradores públicos. Ello no sucederá, en tanto no se implante sistemas de transparencia pública eficaces y, además, se modernice y reorganice a la justicia española. De funcionar la justicia española con idéntica eficacia que la Agencia Tributaria, España sería el país más justo y democrático del mundo******. 

* elnortedecastilla.es, 72,.2014, relativo a la crisis 2008-2015, reproduce opiniones del ex Director de la Agencia Tributaria, Ignacio Ruiz-Jarabo, entre otros, ante  “ ... el acoso de la Agencia Tributaria al pequeño empresario español y el autónomo ...... no pueden más que proceder a la inmersión de su actividad económica para sobrevivir ... Yo a eso me niego a llamarle fraude ...".

** La Vanguardia, 7.12.2014, Gòria Serra comenta el encargo por el expresidente del Congreso, José Bono de su retrato, para inmortalizarse por el precio de 82.600 euros a cargo del presupuesto público.

*** La Vanguardia, 2.2.2016, Alfredo Pastor, relativo al problema de evitar a las 'puertas giratorias' y las obras públicas superfluas y mal hechas, la inclinación del ciudadano con sus obligaciones tributaria puede inclinarse al principio de "quien roba al ladrón, cien años de perdón". 

**** La Vanguardia, 20.5.2014, carta al director de Leo Stöber Aublet, refiriéndose a un artículo relativo al generalizado incumplimiento de las leyes tributarias comenta, "Sin embargo me pregunto en qué medida la conducta de esos ‘españoles, endémicos incumplidores de la ley’, tenga algo que ver con los endémicos y variopintos métodos ’legales’ o ‘corruptos’ empleados por integrantes políticos de la Administración pública para derrochar una parte los impuestos de los españoles..."


***** Se da la curiosa situación donde partidos políticos nacionalistas consideran justo retener una parte de los impuestos, es decir no pagarlos a la Administración central, por considerar que ésta "les roba". Lo que sucita la pregunta acerca del motivo por el que el ciudadano no puede - a la recíproca  -adoptar idéntica postura, más cuando muchos partidos hacen la vista gorda con conductas corruptas de sus propios mandos.

****** Cuando se comenta la deficiente 'moral fiscal o tributaria' de los latinos en comparación por ejemplo con los escandinavos, no hace falta estudiar presuntas diferencias de sus códigos genéticos con los de los latinos, sino las diferencias de los códigos y hábitos de las respectivas Administraciones públicas.

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02/2016