Los actuales sistemas económicos europeos de 'libre mercado' o 'capitalistas' dejan muy poco espacio para llevar a cabo políticas de claro perfil ideológico(1). Las políticas de 'izquierdas' suelen recurrir a planteamientos 'socialdemócratas', que en realidad no se diferencian mucho de los postulados de la 'derecha moderada'. Las tendencias políticas tanto de derechas como de izquierdas, según el carácter y experiencia vital de cada uno, suelen despertar emociones que deberán siempre abordarse con un delicado respeto conciliador. 'IRA-ciudadana', propone huir de planteamientos ideológicos para fomentar la transparencia y participación administrativa en base a principios democráticos acordes con la era informática, sin perjuicio del carácter nacional, progresista o conservador de quienes gobiernan y mandan en la Administración. El proyecto de 'IRA-ciudadana' se dirige a personas de ideas ideologías moderadas, pues rechaza planteamientos radicales sean de unas u otras tendencias. Según cada momento socio-económico, la política de los países democráticos occidentales suele bascular entre la izquierda y la derecha(2), procurando la mayoría de los partidos a acercarse al 'centro' porque saben que el ciudadano de a pie suele decantarse por posturas de moderación. Cualquier sistema democrático, sólo podrá subsistir a condición de contemporizar con todas las ideologías, tendencias y pensamientos en tanto demuestran ser respetuosas con las 'reglas del juego democrático' propias de un Estado de Derecho. Los planteamientos del proyecto de 'IRA-ciudadana' se dirigen pues a personas prudentes, dispuestas a hacer esfuerzos de tolerancia, haciendo esfuerzos de no acometer los problemas desde sentimientos y emociones(3). Se propone fomentar la racionalización de las estructuras de las Administraciones públicas a través del principio de la reciprocidad.
(1) Las propuestas de la iniciativa 'I.R.A. ciudadana' no representan sueños para derribar a los gobiernos, moralizar a los políticos o cambiar el sistema democrático español, sino para emprender una oposición pacífica contra los teatros ideológicos escenificados por la política para disfrazar las peleas por el poder e influencia. Nadie debe renunciar a sus ideas o ideologías, porque ninguna idea o ideología puede ser contraria a la reclamación de una mayor implicación y participación del ciudadano en SUS asuntos. El nivel de libertad individual debe ir a la par con la disminución del poder arbitrario de la Administración pública, o lo que es lo mismo, el creciente nivel de poder del ciudadano para asumir o controlar directamente sus propios asuntos públicos. No puede existir un justo equilibrio entre Administración y ciudadano sin transparencia, participación ni reciprocidad.
(2) La dicotomía izquierda/derecha es sustituida por de nuevas tendencias ideológícas, como las de carácter medioambiental ('verdes') o las de corte asambleario ('piratas', '15-M', Podemos, ec.). Otros anteponen postulados de identidad colectiva (kosovares, flamencos, valones, bretones, escoceses, savoyos, corsos etc.). En España son especialmente relevantes las tendencias independentistas de Catalunya y del País Vasco. 'IRA-ciudadana' defiende el máximo respeto para todas las tendencias, siempre que sean pacíficamente democráticas, pues persigue Administraciones abiertas sin importar las tendencias políticas de cada momento.
(3) Aún cuando en las democracias occidentales modernas las ideologías han perdido su antaño carácter dogmático o absoluto, cuando llega el momento de las elecciones continúan influyendo emocionalmente en la mayoría de las personas. La maquinaria propagandística de los partidos aprovecha estos sentimientos, acusándose los unos a los otros de ideológicas mezquinas, ridículas, inclusive totalitarias, olvidando que las estructuras socio-económicas globalizadas del presente suelen dejar muy poco espacio para desarrollar programas de un solo signo ideológico.
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El Mundo, 24.10.2013, José Antonio Marina, entre otros, comenta:"...En España hay un respeto absurdo por el voto cautivo. 'Haga lo que haga, votaré a mi partido' es una frase que, creyendo defender la fidelidad a unos principios, acaba defendiendo la ineptitud de los gobernantes."
12/2016 p
(1) Las propuestas de la iniciativa 'I.R.A. ciudadana' no representan sueños para derribar a los gobiernos, moralizar a los políticos o cambiar el sistema democrático español, sino para emprender una oposición pacífica contra los teatros ideológicos escenificados por la política para disfrazar las peleas por el poder e influencia. Nadie debe renunciar a sus ideas o ideologías, porque ninguna idea o ideología puede ser contraria a la reclamación de una mayor implicación y participación del ciudadano en SUS asuntos. El nivel de libertad individual debe ir a la par con la disminución del poder arbitrario de la Administración pública, o lo que es lo mismo, el creciente nivel de poder del ciudadano para asumir o controlar directamente sus propios asuntos públicos. No puede existir un justo equilibrio entre Administración y ciudadano sin transparencia, participación ni reciprocidad.
(2) La dicotomía izquierda/derecha es sustituida por de nuevas tendencias ideológícas, como las de carácter medioambiental ('verdes') o las de corte asambleario ('piratas', '15-M', Podemos, ec.). Otros anteponen postulados de identidad colectiva (kosovares, flamencos, valones, bretones, escoceses, savoyos, corsos etc.). En España son especialmente relevantes las tendencias independentistas de Catalunya y del País Vasco. 'IRA-ciudadana' defiende el máximo respeto para todas las tendencias, siempre que sean pacíficamente democráticas, pues persigue Administraciones abiertas sin importar las tendencias políticas de cada momento.
(3) Aún cuando en las democracias occidentales modernas las ideologías han perdido su antaño carácter dogmático o absoluto, cuando llega el momento de las elecciones continúan influyendo emocionalmente en la mayoría de las personas. La maquinaria propagandística de los partidos aprovecha estos sentimientos, acusándose los unos a los otros de ideológicas mezquinas, ridículas, inclusive totalitarias, olvidando que las estructuras socio-económicas globalizadas del presente suelen dejar muy poco espacio para desarrollar programas de un solo signo ideológico.
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El Mundo, 24.10.2013, José Antonio Marina, entre otros, comenta:"...En España hay un respeto absurdo por el voto cautivo. 'Haga lo que haga, votaré a mi partido' es una frase que, creyendo defender la fidelidad a unos principios, acaba defendiendo la ineptitud de los gobernantes."
12/2016 p